Pureza de Melancolía, Poesía.

Romance de las Rosas, Cuarto Libro, Pureza de Melancolía.

Poesía Enamorada De Drasius

He decidido amar, sin equivocarme, por eso pregunto; ¿debo amar más a tus labios que a tus besos?, y sigo preguntando; ¿debo amar más a tus ojos que a tus miradas?

Mis nervios me traicionaron, al tocar tus manos mi sangre se congelaba, perdía la mirada ante tu presencia, y en mi ceguera tu voz era mi luz, escuchaba las palabras de tu boca como una respiración dentro de mí.

Nuestros corazones palpitaban al mismo ritmo, producían el mismo sonido, emitían la única vibración que hacía que el amor existiera en nuestros cuerpos.

Al estar lejos uno del otro, podía sentir las caricias de tu espíritu sobre mí, y mi espíritu me anunciaba que también te había acariciado. El silencio guardaba nuestros secretos más íntimos.

Cuando el amor se convierte en dolor es prohibido odiar, pero si no existe tu alma en la tierra, entonces el polvo me hace pedir venganza; hasta cuándo he de soportar el dolor sin pensar en nuestro amor.

Las palabras que he dedicado para describir el amor que hay en mí, no fueron suficientes para detener el movimiento de las olas del mar donde nos conocimos; sin embargo, cuando desaté las fuerzas de mi corazón para vengarme, el mar expulsó la sangre de los que se suicidaron por amor.

En la montaña más alta grité tu nombre, el eco hizo aparecer a la muerte que se rindió ante mí, la inmortalidad impedía que me uniera a ti, no deseaba vivir, ahora mi destino era buscar la venganza hasta el final de los tiempos.

Deimante, hija de Set, nuestro amor está prohibido, yo no pedí nacer bajo la sombra de Caín, mi padre. Mi amor está sobre tu alma, amada hija de Set, no existe para mí otro amor. Grande es mi venganza para buscar durante siglos a todos los que te hicieron daño.

No importa donde estén mis enemigos, no importa si ellos se han unido a las almas humanas o si habitan adentro de los cuerpos humanos, porque ahí perecerán sin misericordia. Mi venganza no contemplará raza, credo, religión, edad, sexo ni alma.

Así como he dejado de escuchar la voz de mi amor, así dejaré de escuchar la voz de mis enemigos aunque se arrepientan. Mis lágrimas no podrán ser contadas y tampoco los gritos de los que arrebataron tu vida amor mío, Deimante, hija de Set.

He vagado por la tierra, volando como un ave de luz, buscando hasta el último enemigo, nunca he negado que te amo y siempre al matar a uno de ellos escribo con sangre nuestros nombres sobre la arena, y espero que llegue el día en que pueda morir para estar junto a ti. ¿Dónde estás amor mío?

Mi dolor es insoportable, es como un fuego que me quema por dentro, a través de las venas, y la única manera de calmar mi dolor es derramando la sangre por venganza. No quiero seguir, pero mi destino está escrito, así es mi amor por ti, lleno de venganza para demostrar que te amo.

Yo, Drasius, hijo de Caín, nunca pensé que amar a la hija de Set fuera su muerte; y mi amor se convirtió en venganza, una venganza interminable que me llevó a conocer el precio del amor sobre la hija de Set. ¿Dónde estás amor mío?

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