Romance de las Rosas, Segundo Libro, Eternidad Y Obsesión.
POESÍA DE LOS PERSONAJES
Danubia:
“Contaba tus besos al igual que tus lágrimas; en cada lágrima mía te decía que te quería, en cada beso mío te decía que te amaba. Tan oscuro y vacío era el espacio donde reposaba la sombra de tus labios; tan amargo y frío era el eco de tu sonrisa donde se formaban las líneas de tu piel…”
Pasión:
“Reposando la sustancia de tu cuerpo en mi alma, para amar sin designios. La traición se volvió tu única manera de amar; el olvido, tu única manera de llorar; el recuerdo, tu única manera de pensar; el latido, tu única manera de odiar; y el sueño, tu única manera de morir…”
William Vier:
“Por ti mi piel se ha convertido en un tejido de lágrimas, y las carnes de mi corazón abrigaron a llantos incansables, y los gritos cantaban su dolor y sepultaban su alegría; y las lágrimas, llevadas por el rencor, buscaron hasta el último odio escondido para morir…”
Tadenco Hianat:
“Y cayendo una lágrima hacia el hueco de mis manos, puedo contemplar tu reflejo con tu sonrisa, pero sin el sabor de la realidad cariñosa; mi corazón deja de latir por cada suspiro que ofrezco por ti; mi castigo se vuelve intenso, y cada vez que no pienso en ti dejo de respirar…”
Adrián De Limbo:
“Mi sangre entregué por ti, la lucha de mi espíritu aún no termina; te sigo esperando para darte mi alma. El dolor me quema las entrañas, sueño con tu mirada y con el movimiento de tus labios cuando sonríes. Creer que existes me hace vivir para amarte…”
Alejandra Alaven:
“El sueño ha iniciado, el olor de tus fragancias ha estimulado mis sentidos, los suaves cristales se rompen creando heridas de intenso color rojo; una cicatriz azul es siempre deseada cuando eres de un linaje de nobleza…”
Gustavo Revel:
“¡Amada Natalia Manantial!, era lo que cantaban los alegres soñadores que suspiraban al ver tal belleza; una hermosura en cada gesto, sonrisa o mirada; que hacía arder la pasión acorazonada latiente, emanando lo que se puede amar a primera vista…”
Alicia Ciler:
“Triste alegría; camina la sangre en mis venas sintiendo dolor, mis alientos suspiran cansancio y mi corazón comienza a latir buscando los amores que se sacrifican. Mi piel se quema en tu obsesión, por dónde aparecerá la triste alegría que me hará vivir; mis sueños te buscan…”
Lujuria:
“Toda mi piel grita con dolor fatal y furioso. ¡Perdón!, ¡perdón!, ¡perdón!, es lo único que pido, y nunca amor. Tu odio me arde y me hace querer morir; pero te ruego que no te olvides de mí; y si tu odio te hace recordar mi alma, entonces tengo un amor profundo por tu rencor…”
Xiomara:
“Mi canto se oye en los rincones donde se perdió tu voz; abandoné mi corazón en tu pecho y mis lágrimas guardé en tus manos. Buscando entre pensamientos y sentimientos, encontré en ti un amor antiguo imposible de arrancar; pero lastimé mi sangre para amarte y encontré tu voz en mi dolor…”
Ryuji:
“Deseo cortarte hasta que grites desde lo más profundo de tus entrañas, hasta que tu sangre pueda comenzar a hervir emanando oscuridad. Maldita alma condenada al infierno, no hay misericordia ni reposo para tu espíritu; fruición para todos los espíritus encarcelados…”
Natalia Manantial:
“No derramaré una lágrima por ti, no conocerás la sonrisa de mis labios, y mi voz jamás llegará a tu oído. No te importa mi belleza, no te importa mi alma, no te importa mi amor; mi amor que es como un delicioso manjar de perlas, que lo has despreciado por el eco de las alas de una mariposa…”
Derek De Limbo:
“Se desgarra mi alma al contemplar la sombra que mi corazón produce en la desesperanza; hasta cuándo he de herir las carnes que envuelven mis sentimientos, para derramar la sangre del amor, y así olvidar la naturaleza de mi alma. Se ahoga mi espíritu como las aguas en un desierto, y mis pensamientos corren entre las palabras de consolación…”
Guadalupe De Xenia:
“Al juntar mis manos se forma un hueco, que espero puedas llenar con tus lágrimas para lavar mi rostro. Mi cabello existe para acariciar tus labios, mi aliento existe para alimentar tu espíritu y mi corazón existe para amarte; pero cómo siempre expresas: ¡Amar nunca es suficiente!…”
Aracely De Limbo:
“He recordado mis tiempos en que fui encerrada en la angustia y el dolor; en el interior de una oscuridad donde mis heridas no sanaban, mis latidos no eran acariciados y mis sueños de búsqueda fueron quemados; desesperaba por salir, pedía ayuda, y grité: ¿Alguien allá fuera me ama? No escuché más que sólo una brisa arrastrando las arenas del desierto de mi alma…”
Diego Doga:
“Arráncame las venas, las entrañas y el corazón. Hazme sangrar para convertir este amor en odio; no permitas que fallezca antes de odiarte. Despedaza mi corazón, mis órganos y mi alma; derrama mi sangre sobre los muertos del fuego…”
Luis Ra Baltar:
“En mis heridas veo correr la sangre que persigue tus sentimientos, no dejaré de amarte mientras existas; el fuego no podrá consumir la carne de mi corazón.
Lamento mi suerte, y mis lágrimas no me dejan verte, sino solamente a través de una neblina; una neblina de dolor que me ahoga al igual que mi amor por ti…”
Javier:
“He contado los días de mi tristeza, conteniendo en mi corazón una infinidad de
recuerdos; futuro incierto de líquidos amargos. Mi espada recorre el brillo del sol,
buscando afilar la mirada perdida; tentación divina hay en mi alma, pasiones
celestiales hay en mi ser y mis latidos comen los alientos desesperados…”
Kevin Galbert:
“He escuchado tu llanto, tiene las voces de mil lágrimas que han recorrido la distancia del tiempo sin descanso; conocí tu sonrisa, muchas sonrisas. Cada una de tus sonrisas tenía su diferencia, cada una tenía su gracia; pero entre tu llanto y tu sonrisa solamente existe un beso gracioso…”
Marcela Honorem:
“La inspiración ha nacido para volver a encontrar la poesía, que hace temblar al corazón y hace suspirar al alma; tocando los sentimientos para llevarlos a la profundidad del llanto. Y es la palabra en la poesía que toca las venas por debajo de la piel, hasta sentir el aliento del latido al amar con pasión…”
Lidia:
“Enamorada de ti, esperando que tu corazón me ame; llanto con lágrimas de dolor por haberte traicionado. Perdón pido para mí, las sensaciones me hacen sentir lejos de ti; camino en contra de la vida por no conocer si algún día me amarás. Deseo con todo mi corazón que una gota de tu sangre corra por mis venas…”